Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://tamzinxobw512250.blogerus.com/60358956/un-análisis-profundo-del-cabezazo-de-zidane