Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://kathryntcev766474.eedblog.com/38778857/qué-habría-dicho-materazzi-para-provocar-el-cabezazo-de-zidane